¿Qué es el Adiestramiento Canino? Educador, Adiestrador, Etólogo, Psicólogo Canino...
- Adiestramiento
- 19 jul 2023
- 9 Min. de lectura
Actualizado: 23 jul 2023
El Adiestramiento es la herramienta de educación más potente de la que disponemos para entablar una comunicación eficaz, promover estados emocionales correctos, desarrollar y dirigir convenientemente las aptitudes naturales de la especie y de potenciar su cognición, crear un sólido vínculo y divertirnos junto a nuestro perro.

Conseguimos una comunicación eficaz cuando explicamos con claridad y con coherencia lo que esperamos de él y lo que él puede esperar de nosotros en cada momento, no hay nada más frustrante que compartir la vida con alguien que no te entiende o que genera continuamente, aunque sea de manera involuntaria, expectativas que no se cumplen, y no hay nada más gratificante que cuando sentimos fluir la comunicación y sabemos lo que podemos esperar en cada situación.
Fortalece nuestro vínculo cuando realizamos actividades con nuestro perro, compartimos tiempo de calidad con él y satisfacemos su necesidad de ejercicio físico y mental. Por ejemplo desarrollar la propiocepción, cualidad inseparable del adiestramiento, fomenta la confianza en si mismo haciéndole consciente de sus posibilidades, el entrenamiento desarrolla y potencia la cognición ya que el perro comprende y se siente comprendido, estructura el tiempo y la vida del perro canalizando sus instintos y energías, y pone en orden y bajo control sus emociones ante las situaciones cotidianas que le pudieran suponer un conflicto al ser capaz de analizarlas desde la concentración, la confianza y la calma.
La cognición, en este caso, se refiere al proceso analítico y de comprensión del entorno por parte del perro, y promover su desarrollo a través del adiestramiento es nuestro objetivo. Existe una estrecha relación entre el estado emocional y la cognición, un estado emocional alterado impide el análisis y correcta comprensión de las situaciones, y cuanto menos desarrollada está la cognición más fácil es entrar en esos estados emocionales alterados.
Un perro adiestrado gozará de mayor libertad y correrá menos peligro ante cualquier eventualidad porque existe un canal de comunicación eficaz, dispondrá de las herramientas necesarias para interactuar con el entorno correctamente a través del análisis de las situaciones y la gestión emocional, querrá estar a nuestro lado porque confiará en nosotros gracias al vínculo creado desde la diversión, la seguridad y el afecto que le aportamos, y será un perro feliz porque al fin nos entiende, comprende el mundo correctamente y es capaz de comunicarse con él.
Como vemos, el adiestramiento no es sólo enseñar ejercicios, habilidades o trucos de circo como promulga el sesgo de algunas corrientes actuales de la educación canina, eso sería quedarse en la superficie de todo lo que verdaderamente supone la actividad de adiestrar a nuestro perro. Los ejercicios que se enseñan en el Adiestramiento Básico Civil es lo mínimo que debe aprender un perro para entablar una comunicación eficaz con él y con el entorno, ayudarle a conocer el mundo correctamente desde la seguridad y la confianza, al mismo tiempo que nos permite darle indicaciones de utilidad en un entorno social. Un entrenamiento basado en la coherencia entre el significado y el significante no deja lugar a dudas de lo que queremos comunicar, y donde no existen dudas se crea confianza y tranquilidad, y cuando aplicamos estos ejercicios a la vida cotidiana permiten al perro conocer el entorno desde la calma y la reflexión.
Los perros no son buenos ni malos, los animales no tienen ese criterio, y su comportamiento depende de la interpretación que hagan de la realidad que les rodea y el aprendizaje que adquieran a lo largo de su vida movidos únicamente, si no cuentan con nuestra guía, por su instinto y emociones más básicas que muchas veces contrastan con la vida en sociedad a la que queremos que se adapten, y que dejarían al azar el aprendizaje que su entorno, temperamento y experiencias vividas le permitan adquirir.
Desengáñate de la ingenua idea tan de moda hoy en día del "...déjale, no hace nada, es un alma libre...", la equivocada expectativa de que un perro aprende a comportarse correctamente en sociedad él solo, y de que hay que dejarles hacer y guiarse por sus instintos. El perro, como animal social que es, necesita de una estructura social bien definida, de tu guía, tu comprensión y tus conocimientos de como funcionan los mecanismos de aprendizaje animal para poder convertirse en un adulto emocionalmente estable que entienda correctamente el entorno que le rodea, que confía en ti y se siente seguro.
El perro es un animal doméstico, creado por la intervención humana y con características seleccionadas artificialmente que, entre otras, fomentan la neotenia en la especie, la conservación de cualidades infantiles a lo largo de toda su vida, y que nunca se habrían desarrollado en un estado natural de su especie basal, el lobo. Esta característica es la que dota a los perros de su exacerbada capacidad de aprendizaje, así como del vínculo de dependencia que mal entendido por nuestra parte lleva a la malinterpretación de sus conductas en general, humanizándola y tergiversando la realidad de su comportamiento.
Hay que entender su naturaleza, sus necesidades y el significado de su comportamiento para ser honestamente consecuente en su trato y su relación con la sociedad.
¿Es lo mismo educación que Adiestramiento Canino?
No, son fases diferentes en el proceso de aprendizaje vital de un perro.
La Educación Canina se refiere a las pautas de comprensión a nivel emocional, de comportamiento y social que toda familia debe conocer para interactuar con el cachorro, cubrir sus necesidades correctamente, aprender a manejar y presentarle las diferentes situaciones que aparecerán a lo largo de su vida y generar un vínculo afectivo con él, lo que sería el Parvulario Canino.

Se trata de conocer y entender las conductas de nuestro cachorro, por qué las realiza, y de como guiarle a través de las diferentes etapas de su infancia para construir un futuro perro sin miedos, sociable, habituado a su entorno y que nos debe capacitar para enseñarle a aprender. La educación canina forma al responsable, a la familia, a las personas que compartirán su vida con el animal, algo inicial y totalmente necesario para cualquiera que desee hacerse cargo de un perro pero insuficiente para formar al perro en la correcta comprensión de la realidad que conforma su ambiente cotidiano.

El Adiestramiento Básico enseña al adolescente o adulto a realizar ejercicios que desarrollan la correcta comprensión del mundo que le rodea, a controlar sus instintos básicos, a transformar el vínculo afectivo y maternal en un vínculo social y real como individuo y parte del grupo al que pertenece de confianza y seguridad, y lo prepara para una vida en sociedad, vendría a ser la Educación Primaria.
Se trata de enseñar al perro a gestionar sus emociones a través de ejercicios en entornos seguros y estímulos controlados que irán aumentando de dificultad según avance en la correcta gestión de los mismos, demostrando al perro que puede confiar en nuestra guía para así comprender el mundo correctamente desde el análisis y la seguridad aportada.

El Adiestramiento Avanzado dota al perro de las habilidades necesarias para realizar una disciplina deportiva o de utilidad y cumplir funciones concretas, lo podríamos equiparar al Bachillerato o los estudios Universitarios. Se trata de especializar al perro en cualquier disciplina para la que muestre aptitudes y que nos guste realizar con él, o en situaciones donde se requiera de su ayuda y excelentes capacidades.
La Modificación de Conducta se hace necesaria cuando el perro desarrolla una conducta antinatural, conflictiva, lesiva o molesta que impide una convivencia basada en el respeto, que indica una errónea comprensión de la realidad o que supone un riesgo para su integridad o la de los demás. Puede tener un origen emocional, instintivo, aprendido o de salud.
¿Y los educadores, psicólogos y etólogos caninos?
En Yapan no nos gusta separar a nivel profesional entre Educadores, Adiestradores, Etólogos o Modificadores de Conducta. Entendemos que sólo el profesional del comportamiento que contempla cada caso individualmente pero a nivel integral, y que adquiere los conocimientos y la experiencia necesaria en todos los campos que intervienen en el aprendizaje, cognición, instinto y comportamiento canino, puede trazar un plan de actuación efectivo a lo largo de la vida del perro y su familia, para educar a la familia del cachorro o adopción, adiestrar al perro adolescente o adulto y solucionar los problemas de comportamiento que puedan surgir en la convivencia de un grupo social.
Así pues, al abordar una Modificación de Conducta o la relación de un perro con su familia, nos fijaremos en las carencias de aprendizaje y de estructura social que pudieran haber influido emocionalmente en la Educación del cachorro o del perro adulto en su grupo familiar, nos basaremos en el comportamiento e instintos generales de la especie y del individuo en cuestión para encontrar una explicación al origen de la conducta para cubrir correctamente sus necesidades, y nos ayudaremos de las técnicas y protocolos de Adiestramiento y procesos de aprendizaje que desarrollarán la comunicación y cognición del animal para, finalmente, poner en marcha un plan de actuación conjunto que solucione el problema. Ya que todo está conectado y no se puede tratar por separado, y ya que las actuaciones sobre unos aspectos influyen directamente sobre otros, no tiene sentido separar las competencias profesionales.
Cada profesional del comportamiento canino puede denominarse a sí mismo como quiera o más le guste pero lo cierto, y lo que debe conocer el cliente final, es que a un buen profesional del comportamiento canino no se le debe valorar por su etiqueta o denominación comercial, sino por la integridad de su trabajo, sinceridad, habilidad, experiencia y capacidad para encontrar soluciones y ejercicios que el cliente pueda realizar con su perro y se adapten al estilo de vida de cada familia para ayudar en cada caso concreto.
Así habrá "Educadores" estupendos, hábiles para enseñar nuevas conductas y formas de entender y comunicarse con el perro que promuevan la cognición y que desplacen la conducta no deseada incentivando la correcta comprensión de la realidad, y habrá "Educadores" que sólo te darán consejos y te hablarán de generalidades para cachorros porque su formación no da para más. Habrá "Etólogos" estupendos, con conocimientos de adiestramiento que, tras su versado diagnóstico, utilicen las bases del aprendizaje canino para modificar la conducta, y habrá "Etólogos" que te receten pastillas y te pidan modificar tu vida y entorno para no solucionar nada. Y habrá "Adiestradores" estupendos que enseñen a tu perro, respetando los tiempos y procesos de aprendizaje de cada individuo, a realizar conductas que luego aplicarás a la vida real que serán un puente entre la emoción y la cognición, y que te enseñarán a crear un vínculo y una estructura social saludables, y habrá "Adiestradores" que no tengan ni idea de lo que hacen y que lo único que consigan sea una formación mediocre basada en un control ficticio que sólo funciona en ciertas situaciones.
Tras una entrevista/evaluación del perro y de la situacion familiar en persona, lo que debe pedir un cliente cuando va a contratar los servicios de un comportamentalista canino es un diagnóstico claro, sincero y un presupuesto, un plan de actuación que explique lo que se le va a enseñar al perro y a la unidad familiar, sobre que ámbitos se va a trabajar y con que finalidad. Y esto es lo que debería darnos la información necesaria para tomar la decisión de contratar a un profesional u otro, no su denominación comercial.
Porque resulta que, hoy en día, lo que se está haciendo es utilizar como márketing y a modo de arma arrojadiza las etiquetas o denominaciones comerciales para desprestigiar al que se designa como "Adiestrador", atribuyéndole gratuítamente y sin conocimiento de causa cualidades y modos de trabajo poco éticos, en favor del que se hace llamar "Educador" asociándolo incoscientemente al concepto de amabilidad, o al "Etólogo", que nos parece que posea más conocimientos acerca del comportamiento y que suena más profesional, y nada más lejos de la realidad. Lo que mal llamamos en España etólogo canino o clínico es, en cualquier otro país y en realidad, un veterinario del comportamiento, un profesional con la facultad de prescribir medicamentos, si así fuera necesario, como apoyo a la terapia conductual pautada por el adiestrador y que será lo que realmente solucione el conflicto familiar.
Un buen Adiestrador conoce la etología del perro, la motivación de sus conductas y la emoción subyacente a la perfección, hace de psicólogo y forma al cliente, empatiza, prepara ejercicios personalizados para cada familia, educa a la persona y adiestra al perro, explicándole, y facilitando la correcta comprensión de la situación, cual es la verdadera realidad de cada contexto generando confianza en sus guías y enseñándole a gestionar sus emociones. Las etiquetas comerciales no hacen de nadie un mejor profesional. "El hábito no hace al monje".
En Yapan somos Adiestradores, hablamos claro, te explicamos las cosas como son, de una manera clara que puedas entender y no negamos ninguna verdad, nos preocupamos por actualizarnos constantemente y por comprender como funciona la biología y el comportamiento canino, no pretendemos inútilmente que funcione como nosotros quisiéramos. Llamamos a la profesión por su nombre, "Adiestrador Canino", y no te vamos a dorar la píldora ni te vamos a decir lo que la sociedad actual quiere escuchar en un deshonesto ejercicio de márketing porque entendemos que eso sería mentir, y las mentiras y las medias tintas no solucionan problemas, los crean o los hacen crónicos.
Hay quien dice que adiestrar a un perro consiste en controlarlo constantemente y no dejarle hacer nada, tratar de robotizarlo, no tener en cuenta sus emociones... ¿Pero qué tontería es esa? Esto sólo lo puede decir quien no ha adiestrado nunca a ningún perro, desconoce completamente el proceso y los beneficios que aporta a la estructura social y emocional del mismo, y quien habla desde la ignorancia más absoluta.
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