¿Te imaginas que nunca hubieras recibido una educación?
Educación y Adiestramiento
La educación temprana del cachorro y del núcleo familiar es primordial para que de adulto sea un perro estable, crear un vínculo basado en la confianza y la comprensión, y prepararlo para la vida en sociedad y los estímulos que aparecerán a lo largo de su vida.
El adiestramiento canino favorece la comunicación y el entendimiento con su guía, y predispone al perro a ver el mundo desde la comprensión y el análisis de las situaciones, sin dejarse llevar por emociones fuera de control o sus instintos primarios, y cubre sus necesidades vitales evitando la aparición de conductas no deseadas.
Cachorros y Adopciones
La mejor decisión que podemos tomar al introducir un perro en nuestras vidas es comenzar por una educación profesional temprana que lo inicie en la comprensión a través del juego y la confianza, y nos enseñe a comunicarnos y entender sus necesidades. Especialmente indicado para cachorros de 2-3 meses de edad, y perros recién llegados a casa.
Conseguiremos sentar las bases adecuadas para su educación, tener un futuro perro valiente sin problemas emocionales, y disfrutar de una relación equilibrada y bien estructurada durante toda su vida junto a nosotros.
Necesitaremos de una a dos semanas para transmitir eficazmente al guía todos los conocimientos, y realizar los ejercicios para enfrentarnos a cualquier situación.


Adiestramiento Básico
El Adiestramiento Básico Civil aporta las herramientas necesarias para la correcta comprensión del entorno, estabilidad emocional, estructura social, el desarrollo de la cognición y la comunicación, educación y un comportamiento adecuado ante las situaciones cotidianas. Indicado para perros de cualquier raza o edad a partir de los 5-6 meses.
El guía aprenderá a comunicarse de manera eficaz con el perro, a manejarlo dentro y fuera de casa, a comprender y cubrir sus necesidades adecuadamente, y a poner bajo control sus instintos mediante comandos de voz.
La duración del entrenamiento será de tres a cuatro semanas en el entorno habitual del perro, y este aprenderá a esperar sentado o tumbado hasta su liberación, caminar junto sin tirar de la correa y acudir a la llamada cuando se le solicite.

