Paseo con Perros en la Naturaleza
- Yapan
- 8 jul 2021
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 23 jul 2023
Nadie duda del interés y los beneficios para la salud que conlleva pasear por el campo en plena naturaleza en las distintas épocas del año. Me declaro un vivo amante de las caminatas y los parajes silvestres, dehesas, montañas, ríos, embalses y playas que despiertan la emoción y la sensación de aventura.

¿Por qué no compartir estos momentos con nuestros perros? Esta es una de las mejores actividades que podemos hacer junto a ellos, el perro es un animal explorador, goza de recorrer grandes distancias investigando el entorno y descubriendo nuevos lugares. Es una actividad tan natural para ellos que les proporciona sensación de plenitud y relax, les hace gastar energía física y mental de una manera equilibrada mediante el ejercicio, el olfato, la orientación y el seguimiento, y fortalece su vínculo con nosotros, sus guías.
La acción de pasear libres les ayuda a gestionar sus emociones por si mismos, sin las interferencias que creamos muchas veces de forma inconsciente a través del uso de la correa. Dejar que un perro se acerque o aleje de un estímulo libremente, y decida o no interactuar con él y de que forma hacerlo, siempre que no necesite de nuestra guía o intervención porque la situación suponga un peligro o el perro muestre una conducta inadecuada, es la mejor manera de descubrir el mundo que le rodea.
Los beneficios son muchos para ambas partes, nunca renunciaría a realizar esta actividad con mis perros. Pero en el campo “no todo el monte es orégano”, muchas personas hacen uso de él y lo disfrutan realizando las más diversas actividades, la clave para una sana convivencia es reconocer la situación, y el respeto de todas las partes implicadas. Por eso me gustaría puntualizar algunas de las situaciones más comunes que nos podemos encontrar, basándome en el sentido común, la legalidad vigente y mi propia experiencia, para disfrutar de un paseo seguro que respete el entorno y a todos los que lo comparten.
Lo primero es señalar que el entorno rural y los parajes naturales están catalogados según su uso o valor medioambiental, y no todos se rigen por las mismas normas, dependiendo estas de su catalogación o incluso de la comunidad autónoma donde se encuentren.
Lo más común en espacios naturales protegidos como Parques Naturales o Nacionales es que no se permita la entrada de perros o, si se permite, se exija que vayan atados con correa en todo momento. En este caso es fácil conocer la normativa ya que se indicará por diversos medios informativos como en los puntos de información del parque, su web o paneles situados a la entrada.
Otros lugares naturales en los que nos podemos encontrar con restricciones para poder acceder con nuestros perros son las áreas recreativas, piscinas naturales y parques y zonas verdes aunque no estén en el entorno urbano. En este caso será el ayuntamiento del del término municipal donde se encuentra la zona natural, el responsable de informar de la normativa a cumplir.
Está prohibido que los perros paseen por las playas, sólo tienen permitido el acceso a aquellas playas acondicionadas para tal efecto y que lo indiquen claramente. Puedes consultar las playas que permiten el acceso de perros en el siguiente mapa:
En realidad, las únicas zonas naturales donde podemos ir con los perros sueltos sin consecuencias legales, aunque aconsejo cumplir las mismas recomendaciones que más adelante comentaremos, son los terrenos no cinegéticos que no entren en ninguno de los apartados anteriores. Pero claro, estas zonas son prácticamente inexistentes en el territorio nacional, lo que nos lleva al siguiente punto y a la situación en la que nos encontramos la mayoría de los que paseamos a los perros por el monte.
Perros en la Naturaleza: Zonas Cinegéticas (Reservas y Cotos de Caza)
La caza es una actividad legal, con una normativa coherente, restrictiva y respetuosa con el medio ambiente en lo que respecta a épocas de cría y días hábiles de actividad. Por lo tanto es recomendable conocer y cumplir dicha normativa para cualquier perrero incluso si transita por terrenos no cinegéticos.
Como he dicho antes, muchos nos vemos obligados a pasear con nuestros perros en la naturaleza por los Cotos de Caza simplemente por el hecho de que prácticamente todo el territorio nacional es un coto de caza y no tenemos otra opción. De cualquier manera creo firmemente en la compatibilidad de las dos actividades si se conoce y se cumple la normativa y se utiliza el sentido común. Pido máxima voluntad, responsabilidad y respeto ya que es un tema que sabemos provoca controversia.

La temporada de caza varía según la especie a cazar, en la Comunidad de Madrid nos podemos encontrar cazadores ejerciendo su actividad los jueves, sábados, domingos y festivos de la temporada de caza. Puedes consultar las especies que se cazan en la zona que frecuentas y el periodo hábil de la actividad en https://www.comunidad.madrid/servicios/urbanismo-medio-ambiente/especies-normas-caza
Respeta la actividad y evita pasear por los cotos de caza los días en que se desarrolla.
¿Y cuándo termina la temporada de caza? Durante la veda (primavera/verano) es cuando la fauna cría, es más sensible y nuestros perros pueden producir un mayor daño, se consciente y consecuente con la situación. La ley nos permite transitar por los caminos que atraviesan cotos de caza siempre que se cumplan unas normas fáciles de cumplir pero siempre hay que tener en cuenta la realidad de la situación.
El perro es un depredador. En su instinto está el acechar, perseguir, capturar y matar a sus presas. Algunos muestran mayor predisposición genética que otros para la acción de cazar, pero es una aptitud que se puede desarrollar y potenciar aún involuntariamente en cualquier individuo porque viene de serie en todo cánido. Teniendo esto en cuenta debemos cumplir una serie de requisitos para pasear con nuestros perros sueltos por el monte de una manera responsable:
- Caminaremos siempre por el camino o sendero.
- El perro no se alejará más de 50 m. de nosotros en terreno despejado o 15 m. en terreno frondoso, quedando siempre a la vista.
- Estará controlado por la voz, acudiendo a la llamada cuando se le solicite.
- No le permitiremos perseguir ni molestar a ningún animal salvaje.
Si advertimos que nuestro perro se aleja demasiado por largo tiempo, y persigue o caza otros animales, no deberíamos llevarlo al monte. Es una irresponsabilidad y una falta de respeto por la naturaleza, estaríamos fomentando la acción de cazar en el individuo, la cual se auto-refuerza muy fácilmente y puede trasladarse al ámbito urbano pasando a cazar palomas, gatos, otros perros pequeños y, en definitiva, cualquier animal que salga huyendo y el movimiento active su instinto.

Respecto a los cotos de caza, me gustaría mencionar que tienen la posibilidad de contar con una zona de adiestramiento para perros donde se puede ir incluso en época de veda para entrenarlos, me parece que sería una gran solución para todos si pudiéramos tener acceso a un área de estas características durante todo el año.
El pastoreo (mover ganado de un sitio a otro) esta inspirado en la acción de cazar, se acecha y persigue pero se han atenuado en el individuo las fases finales de presa y muerte. Eso el ganado no lo sabe y el perro puede desencadenar reacciones que desemboquen en pánico, agresión, huida, aborto o incluso muerte del animal acosado. No permitas que tu perro pastoree o ladre a ningún animal doméstico que os encontréis por el camino.
El instinto de protección, la caza mal enfocada, la inseguridad o simplemente la curiosidad de nuestro perro puede hacer que ladre o moleste a otros senderistas, persiga ciclistas, robe comida, asuste a la gente o se pelee con otros perros. Cuando vayas a cruzarte con otras personas, llama a tu perro y esperad a que pasen para continuar vuestro camino. Si la gente está parada, llama a tu perro y libéralo de nuevo cuando hayáis pasado de largo.
A los perros les gusta estar en movimiento, cuando permaneces parado durante largo tiempo en un lugar y no estás interactuando directamente con ellos, se aburren, buscan algo que hacer y siguen explorando por su cuenta hasta encontrar algo más divertido que tú, puede ser algo inocuo como mordisquear un palo, puede ser algo molesto como llenar de arena el bocadillo del senderista de al lado, o puede ser algo peligroso para su integridad o la de los demás. Tenemos que estar atentos a las señales de aburrimiento de nuestro perro, e interactuar con ellos o ser capaces de indicarles guardar calma hasta nueva señal, para que no mantengan una falsa espectativa que les genere ansiedad.

Todas estas recomendaciones son fáciles de cumplir por un perro que está realmente educado y tiene a su lado un guía responsable. Si tienes algún problema en adquirir control sobre tu perro, consúltanos y te ayudaremos a conseguirlo. Estoy seguro de que si todos los que paseamos con perros por el monte siguiéramos estos consejos, gozaríamos de más autonomía y respeto por parte de los demás colectivos.
Los actos de tu perro y los daños que ocasione a terceros siempre serán tu responsabilidad, al igual que las sanciones que pueda conllevar la decisión de transitar por cualquier zona de uso restringido sin cumplir las normas. Si te gusta llevar a tu perro suelto debes adiestrarlo para poder comunicarte eficazmente con él en cualquier situación y sepa interactuar correctamente con el entorno.