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¿Collar o Arnés para Pasear al Perro?

  • Foto del escritor: Yapan
    Yapan
  • 17 ago 2022
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 26 jul 2023

La respuesta a esta pregunta es muy fácil de responder… El arnés y el collar son meras herramientas que cumplen funciones diferentes, por lo tanto la respuesta está clara, elegiremos una u otra según la actividad que vayamos a realizar con nuestro perro.


Mushing, trineo tirado por perros

El arnés es una herramienta que permite y facilita que el perro pueda vencer o arrastrar una fuerza contraria con mayor comodidad, y el collar dificulta esta acción y permite un mejor manejo y guiado de sus movimientos.


Así de simple, si necesitamos facilitar a nuestro perro la acción de tirar de un trineo, practicamos canicross, rastro o cualquier otra actividad donde el perro necesite tirar o donde se haga necesario amortiguar un impacto repentino le pondremos un arnés, y si necesitamos conducirlo en una determinada dirección o controlarlo ante estímulos que lo puedan alterar utilizaremos un collar.


Viajar en coche y Bikejoring

La extendida y equivocada idea de que pasear a los perros con arnés es menos lesivo, más amigable y ayuda a la gestión emocional del perro no es cierta. Nos parece bien que se lleve al perro con arnés simplemente para pasear, siempre que no provoque ningún problema de comunicación o de control en caso de necesidad, aunque su uso para este menester nos parezca absurdo. Porque si el perro no tira de la correa al caminar y no reacciona violentamente ante ciertos estímulos, no corre ningún riesgo de lesionarse lleve collar o arnés, que parece ser el principal motivo de los defensores del uso del arnés en el paseo, y si lo hace, deberíamos enseñarle a caminar sin tirar de la correa y educarle para no reaccionar ante estímulos que no suponen ninguna amenaza, haciendo realmente feliz al perro.


El uso del arnés en el paseo puede acarrear dos problemas serios que todo el mundo debe conocer, realidades de las que no conviene renegar y mirar para otro lado basándonos en la emotividad y una mentalidad equivocada por mera ignorancia, y donde la recomendación de su uso, lejos de solucionar, agrava la situación o cualquier problema emocional existente:


- Uno es la Falta de Control sobre el perro en cualquier situación comprometida. Un perro asustado, que se bloquee o no quiera avanzar se zafará fácilmente del arnés, quedando libre, sin control por parte del guía y a merced de la decisión que le dicten sus emociones o instintos, y esto puede provocar accidentes de todo tipo.


También dificulta manejar la dirección del perro o pararlo cuando lo necesitemos ante cualquier eventualidad o peligro. El uso de la correa en el paseo tiene la función de controlar y dirigir, y utilizar un arnés al otro lado resta eficacia y funcionalidad a dicha tarea. Además, la correa, debe ser un canal físico de correcta comunicación con el perro, lo que nos lleva al segundo punto.


- Provoca una Comunicación Errónea, actúa a modo de teléfono escacharrado que convierte lo que queremos transmitir al perro en otra cosa totalmente diferente cuando no lo usamos para este fin. Y es que el arnés es una herramienta que provoca pulsión, una frustración cómoda que potencia la emoción, el instinto y las ganas de hacer, así que cuando queremos parar al perro que reacciona y quiere llegar a algo en un estado emocional alterado con un arnés, en realidad le estamos creando más ganas por llegar, confirmando y potenciando su emoción, y generando una frustración que, si aumenta demasiado y no se disipa, cargará al perro hasta hacerlo estallar en cualquier otra conducta violenta, generalmente redirigir su mordida hacia nosotros.


Entrenamiento canino y pulsión

Cualquiera que use un arnés, como cualquier otra herramienta, debe saber para qué sirve realmente, para qué actividades se utiliza y con que finalidad, conocer sus cualidades y lo que está aportando realmente al comportamiento de nuestro perro, para así decidir honestamente si estamos haciendo bien usándolo o para humildemente admitir que estamos perjudicando a nuestro perro en nuestra relación con él y hacia el entorno.


Si usas arnés durante el paseo y reconoces falta de manejo, problemas de comunicación o pulsión en su comportamiento, deja de utilizarlo y contacta con un profesional que te ayude a solucionar el problema.

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